Después de tres semanas en Caracas, trabajando en los vídeos y fotos para
Causa, ayer conseguimos salir de la ciudad a hacer una excursión al Avila, la montaña que separa Caracas del mar Caribe. Con solo recorrer unos pocos kilómetros la ciudad se pierde tras la vegetación. Un gustazo.
1 comentario:
fíjate el gustazo, que hasta se te ha puesto cara de aborigen selvático. tan cerca tan lejos, joer.
r.
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