hoy ha venido a comer mi querido amigo, la luz del Sol entraba directa a sus ojos, cegándole. Al buscar cobijo ocultó su rostro a la sombra. Estas imágenes las puedo cazar gracias a las camaritas que llevan los móviles, cada vez más finas... y yo cada vez más perezoso de pensar en llevar una cámara pesada siempre encima...
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