

Parece una tontería, pero hace años que perdí el hábito de llevar una cámara de fotos encima, incluso cuando viajo sólo cojo una pequeña cámara compacta, y no siempre, y a veces ni la uso. Me cansé de la obsesión de mirar la vida a través del visor. Con las cosas de los cambios de compañía de teléfono he cambiado mi móvil, el nuevo da unas posibilidades interesantes y bastante más calidad que el antiguo. Igual ahora me animo a capturar algunas imágenes más, igual me vuelvo a obsesionar.
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