Hace dos semanas que terminamos el rodaje de la peli, así, como se ve en la imagen, terminó la última jornada, se ve a algunos de los que eramos, pero no están todos. Ahora que mi esguince me ha dejado por unos días inmovilizado en mi casa, uno de los platós, ahora vacío, pienso en todo lo que hemos hecho para que Mario ahora pueda estar montando. Si me lo dicen hace tres meses, cuando empecé a escribir, no me lo creo y así es. Estamos empezando la posproducción, es un camino largo, aun siguen sumándose nuevos colaboradores para enfrentarnos a las siguientes fases del proyecto. La máquina sigue en marcha, a pesar de agosto, y de mi pie en alto. Los sueños son posibles.
